lunes, 27 de diciembre de 2010

FELIZ AÑO 2011

Terminamos el Primer Semestre, la mayoria con éxito, y unos cuantos con pequeños tropiezos que supongo se podrán superar en el próximo semestre.
Por lo mismo espero que el próximo 2011 sea para ustedes un años de éxitos, realizaciones y sana alegria. Reciban un abrazo de mi parte.

lunes, 15 de noviembre de 2010

GUIA DE ESTUDIOS PARA EL SEGUNDO EXAMEN PARCIAL

1. Cuarta unidad. Independencia y Orígen de la Nación Mexicana:
• El proceso de independencia
. Resumen incluido en el Portal Académico del Colegio.

Proyectos políticos, actores y conflictos en la conformación del Estado Nación 1821 – 1854.- Explicación sobre la pugna entre Europa Continental y Europa Transatlántica y su impacto en México. Burguesía Criolla y Burguesía (o pseudoburguesía) Mestiza. Las Lógias Mazónicas. Diferentes proyectos de gobierno. (centralismo y federalismo)

México ante los intereses extranjeros (inversiones, deuda, intervenciones militares). Explicación de cada uno de los carteles diseñados y expuestos por cada equipo.

2. Quinta Unidad. Reforma y Porfiriato.
• La reforma liberal y el liberalismo triunfante. Explicación en clase y resumen de liberalismo incluido en el Blog.

• México en el contexto internacional: intervención militar e imperialismo. Explicación de los 4 últimos carteles.

• La modernización económica y su impacto social. Preguntas y conclusiones de las graficas que se hicieron en clase.

1. Cuarta unidad. Independencia y Orígen de la Nación Mexicana:
• El proceso de independencia. Resumen incluido en el Portal Académico del Colegio.

• Proyectos políticos, actores y conflictos en la conformación del Estado Nación 1821 – 1854.- Explicación sobre la pugna entre Europa Continental y Europa Transatlántica y su impacto en México. Burguesía Criolla y Burguesía (o pseudoburguesía) Mestiza. Las Lógias Mazónicas. Diferentes proyectos de gobierno. (centralismo y federalismo)

• México ante los intereses extranjeros (inversiones, deuda, intervenciones militares). Explicación de cada uno de los carteles diseñados y expuestos por cada equipo.

2. Quinta Unidad. Reforma y Porfiriato.
• La reforma liberal y el liberalismo triunfante. Explicación en clase y resumen de liberalismo incluido en el Blog.

• México en el contexto internacional: intervención militar e imperialismo. Explicación de los 4 últimos carteles.

• La modernización económica y su impacto social. Preguntas y conclusiones de las graficas que se hicieron en clase.

1. Cuarta unidad. Independencia y Orígen de la Nación Mexicana:
• El proceso de independencia. Resumen incluido en el Portal Académico del Colegio.

• Proyectos políticos, actores y conflictos en la conformación del Estado Nación 1821 – 1854.- Explicación sobre la pugna entre Europa Continental y Europa Transatlántica y su impacto en México. Burguesía Criolla y Burguesía (o pseudoburguesía) Mestiza. Las Lógias Mazónicas. Diferentes proyectos de gobierno. (centralismo y federalismo)

• México ante los intereses extranjeros (inversiones, deuda, intervenciones militares). Explicación de cada uno de los carteles diseñados y expuestos por cada equipo.

2. Quinta Unidad. Reforma y Porfiriato.
• La reforma liberal y el liberalismo triunfante. Explicación en clase y resumen de liberalismo incluido en el Blog.

• México en el contexto internacional: intervención militar e imperialismo. Explicación de los 4 últimos carteles.

• La modernización económica y su impacto social. Preguntas y conclusiones de las graficas que se hicieron en clase.

1. Cuarta unidad. Independencia y Orígen de la Nación Mexicana:
• El proceso de independencia. Resumen incluido en el Portal Académico del Colegio.

• Proyectos políticos, actores y conflictos en la conformación del Estado Nación 1821 – 1854.- Explicación sobre la pugna entre Europa Continental y Europa Transatlántica y su impacto en México. Burguesía Criolla y Burguesía (o pseudoburguesía) Mestiza. Las Lógias Mazónicas. Diferentes proyectos de gobierno. (centralismo y federalismo)

• México ante los intereses extranjeros (inversiones, deuda, intervenciones militares). Explicación de cada uno de los carteles diseñados y expuestos por cada equipo.

2. Quinta Unidad. Reforma y Porfiriato.
• La reforma liberal y el liberalismo triunfante. Explicación en clase y resumen de liberalismo incluido en el Blog.

• México en el contexto internacional: intervención militar e imperialismo. Explicación de los 4 últimos carteles.

• La modernización económica y su impacto social. Preguntas y conclusiones de las graficas que se hicieron en clase.

1. Cuarta unidad. Independencia y Orígen de la Nación Mexicana:
• El proceso de independencia. Resumen incluido en el Portal Académico del Colegio.

• Proyectos políticos, actores y conflictos en la conformación del Estado Nación 1821 – 1854.- Explicación sobre la pugna entre Europa Continental y Europa Transatlántica y su impacto en México. Burguesía Criolla y Burguesía (o pseudoburguesía) Mestiza. Las Lógias Mazónicas. Diferentes proyectos de gobierno. (centralismo y federalismo)

• México ante los intereses extranjeros (inversiones, deuda, intervenciones militares). Explicación de cada uno de los carteles diseñados y expuestos por cada equipo.

2. Quinta Unidad. Reforma y Porfiriato.
• La reforma liberal y el liberalismo triunfante. Explicación en clase y resumen de liberalismo incluido en el Blog.

• México en el contexto internacional: intervención militar e imperialismo. Explicación de los 4 últimos carteles.

• La modernización económica y su impacto social. Preguntas y conclusiones de las graficas que se hicieron en clase.

viernes, 29 de octubre de 2010

RESUMEN DEL MARCO HISTÓRICO PARA LA PRESENTACIÓN DE CARTELES.

Esto es una mini síntesis de lo que expliqué en clase para poder ubicar los temas con que se relacionan los carteles que ustedes están elaborando, pero no substituye a los apuntes que debieron tomar.



Empezaré por destruir algunos mitos que nacen de respuestas que con frecuencia nos encontramos al hablar del liberalismo en México.
• Los liberales son el grupo opuesto a los conservadores.
• El liberalismo es básicamente una corriente política y filosófica.
• Los liberales son los buenos y los conservadores los malos.- Aquí tendríamos que empezar por aclarar que la Historia no es una película de vaqueros en que los buenos se visten de blanco, usan el bigotito recortado, huelen bien y salvan a la chica en peligro, mientras los malos se visten de negro, usan un largo bigote retorcido, huelen mal y son los que secuestran a la chica o causan innumerables problemas.
• Los liberales defienden a los pobres y los conservadores a los ricos.
• Sólo los liberales son nacionalistas.
• El liberalismo del siglo XIX fue bueno, pero el Neoliberalismo actual es malo.

Para aclarar todo esto, conviene retroceder algunos siglos para entender el origen del pensamiento liberal. A finales de la Edad Media, o mejor dicho en la Baja Edad Media, empiezan a surgir comerciantes que llevan mercancías de un lugar a otro por medio de las ferias, y cobran importancia cuando empiezan a llevar mercancías de oriente, esta importancia se refuerza con las cruzadas. Pero tienen una gran dificultad, para viajar por Europa, se encuentran que cada Feudo tiene sus fronteras, sus propias aduanas y empiezan a fijar alcabalas (impuestos), además de cobrar por el uso de sus caminos, puentes y fuentes para aprovisionarse de agua, etc. con lo que sus mercancías se encarecen mucho y es difícil venderlas. Por eso para liberarse de los Señores Feudales, acuden a pedir la protección de los monarcas, ofreciéndoles pagar mayores impuestos y dar dinero al monarca para que él forme sus propios ejércitos sin tener que depender de los que le prestan los señores feudales, contando así con plena autonomía para centralizar el poder.

Es decir, es esta naciente burguesía la que da origen al absolutismo monárquico, que a su vez la protege haciendo del comercio “razón de estado”. Así es esta alianza entre monarquía absoluta y burguesía comercial la que facilita los grandes descubrimientos geográficos, que incrementan enormemente el movimiento de mercancías, lo que hace crecer más aun a la burguesía y permite la necesaria acumulación de capital para otro gran paso, la Revolución Industrial.

Antes de seguir adelante debo aclarar que todo esto es un proceso muy largo que ustedes seguramente estudiarán o ya estudiaron en su curso de Historia Universal y yo estoy haciendo una síntesis casi en caricatura para llegar a lo que a mí me interesa.

Pues bien, con el paso del tiempo, esta burguesía que ya no es un pequeño grupo que está surgiendo, sino una clase social muy importante, con la que muchos nobles e incluso algunos monarcas están endeudados, se da cuenta de que ese absolutismo monárquico que contribuyó a formar, ya le estorba porque le impone reglas y limitaciones (recordemos por ejemplo que la España de los Habsburgo solamente permitía el comercio entre los puertos de Veracruz y Cádiz o Sevilla, según la época). Ya no le conviene que el comercio sea razón de Estado, ahora lo quiere libre, así como la libertad de Industria “dejar hacer y dejar pasar” y por supuesto necesita también de la libertad individual ya que el siervo y el esclavo no pueden ser sujetos de la explotación capitalista, solo el hombre libre puede vender su fuerza de trabajo.

Ahora sí, ya existiendo esta necesidad de cambio, básicamente económica, aparecen las explicaciones racionales y filosóficas y surge La Ilustración, primero en Inglaterra, que no olvidemos es dónde surge la Revolución Industrial, de ahí pasa a Francia, donde se fortalece hasta llegar a expresarse en Rousseau “La soberanía radica en el pueblo”, los gobiernos nacen como resultado de un “contrato social” que se puede revocar cuando así convenga al pueblo (o mejor dicho a la burguesía que es quien lo representa, por ejemplo en la Revolución Francesa al encabezar al Tercer Estado). Vemos pues que El liberalismo es la doctrina de la burguesía.

Políticamente, el liberalismo no se identifica con una forma específica de gobierno, pueden existir monarquía liberales, como la actual Inglaterra, repúblicas liberales, imperios liberales, como la misma Inglaterra en la época en que era dueña de la India, Norteamérica y numerosas posesiones en África, e incluso dictaduras liberales, como buena parte del gobierno napoleónico o como lo será en México el gobierno de Porfirio Díaz, al que equivocadamente se le califica como conservador (cuando quiere conservar el poder) pero que en realidad es quien lleva a su consolidación el liberalismo mexicano.

Veamos ahora que es lo que pasa en México. A finales del siglo XVIII, después de la implantación de las Reformas borbónicas, se empieza a definir con claridad un grupo burgués, interesado por supuesto en acceder al poder: los criollos, ellos poseen riqueza y sobre todo grandes extensiones de tierra heredadas de sus antepasados conquistadores; poseen una formación cultural y académica que les ha permitido conocer de cerca las ideas ilustradas, e incluso adaptarlas a su realidad como lo hiciera Clavijero, pero sistemáticamente se les niega acceso a los altos puestos de gobierno, en este grupo criollo se manifiesta un fuerte nacionalismo que se expresa cuando la Audiencia de la Ciudad de México, ante la invasión francesa se pronuncia porque el Virrey asuma todo el poder en la Nueva España, en ideas como la de Hidalgo de traer a Fernando VII a gobernar para iniciar una monarquía mexicana, por supuesto constitucional y con unas Cortes en las que no estén presentes peninsulares y finalmente en las Juntas de la Profesa, el Plan de Iguala y los Tratados de Córdova.
Consideran que por lo mismo, una vez consumada la Independencia, ellos son los más indicados para gobernar e iniciar un proyecto de nación, basando el desarrollo en la explotación de la tierra y manteniendo una estrecha relación con los países de la Europa Continental, Francia, España, Italia, etc. (por cierto países católicos) que durante la etapa Napoleónica habían formado la Santa Alianza y que con algunos cambios fueron también los iniciadores de la Comunidad Económica Europea.

Pero no eran el único grupo que aspiraba al poder, los mestizos, con justan razón, piensan, nosotros somos la verdadera raza mexicana, nacida de la unión entre España y América, y somos además el grupo más numeroso, luego es a nosotros a quienes nos corresponde gobernar, solamente que tienen un gran problema, carecen de lo que Carlos Marx llamó “acumulación originaria de capital, es decir, no tienen dinero, ni propiedades con que iniciar su proyecto de gobierno, aparece entonces el principal oponente de esa Europa Continental de la que hablábamos, Inglaterra que junto con su aliada (antes su colonia) los Estados Unidos, pretenden que sea este grupo el que asuma el poder, para tener como “mercado” (área de influencia económica) a América latina empezando por México.

Inglaterra con este fin, ofrece un préstamo a México, dirigiéndose por supuesto al grupo mestizo, con lo que se crea una nueva burguesía, o mejor dicho una pseudo-burguesía, puesto que no nace de una acumulación de capital propio, sino de un préstamo y puesto que no poseen grandes extensiones de tierra, buscarán el desarrollo económico de México en base a la Industria (siguiendo el ejemplo de Inglaterra y Estados Unidos) y el comercio que por supuesto serán dependientes.

Esto no quiere decir que a los criollos (conservadores) no les interesara la Industria, basta con ver todos los proyectos iniciados por Lucas Alamán; o que a los mestizos (liberales) no les interesara la tierra, al contrario es por eso por lo que desde un principio sueñan con disponer las llamadas “tierras de manos muertas”, en propiedad e la Iglesia, pues pensaban que el disponer de ellas les facilitaría pagar todas sus deudas y llegar a ser un país tan próspero como los Estados Unidos.

Con esto creo que queda probado que ambos grupos en realidad son liberales, puesto que ambos son burgueses y buscan el poder para el desarrollo del capitalismo, aun que uno de ellos más adelante se autonombre conservador, tal como lo conocemos.

Todas las luchas que se dan durante la primera mitad del siglo XIX, no son sino manifestaciones de la lucha por consolidarse en el poder por parte de estos dos grupos, llámense monárquicos y republicanos, federalistas y centralistas, o reformistas y antirreformistas.

Y detrás de ella se encuentra la actuación de las logias mazonicas (escoceses y yorkinos y en la etapa de la Independencia, la logia de los Guadalupes)

Toda esta pugna se acerca a su fin con la dictadura de Santa Anna, surge entonces un movimiento rebelde que iniciado por Florencio Villareal y secundado por Ignacio Comonfort en finalmente encabezado por un cacique guerrerense, Juan Álvarez, quienes lanzan el Plan de Ayutla, que en esencia no se compromete a nada en forma muy concreta más que a derrocar a Santa Anna (Se intuye que pretende restablecer el Federalismo, pero no lo dice con claridad), lo que permite que se unan a él los grupos más disímbolos de la sociedad que solamente tenían en común su rechazo al dictador.

En esa misma época se empieza a formar un grupo liberal reformista en Nueva Orleans, encabezado por Melchor Ocampo, exgobernador del Estado de México, que había sido deportado por Santa Anna, quien por cierto hay que reconocerle que no mandaba matar a sus enemigos, simplemente los hacía salir del país. Así hizo salir también a Benito Juárez, quien es rescatado de la miseria por Ocampo y lo incorpora a su grupo, donde cambia su pensamiento conservador (recordemos que él fue quien como diputado propuso al Congreso conceder a Santa Anna el título de Alteza Serenísima), adopta el pensamiento liberal y se convence de la necesidad de llevar a cabo la Reforma.

Al triunfo de la Revolución de Ayutla, de acuerdo con lo especificado en el Plan del mismo nombre, Juan Álvarez ocupa la presidencia y coloca en el gabinete a los miembros del grupo Nueva Orleans, ya de regreso en México.

Aun antes de convocar al Congreso Constituyente, ya este grupo se encargan de promulgar la primeras leyes de Reforma, que más adelante, a lo largo de la Guerra de Tres Años, algunos pequeños cambios serán promulgadas ya en forma definitiva por Benito Juárez, quién había llegado a la presidencia cuando Comonfort, después de promulgar la Constitución de 1857, se subleva contra ella apoyando en Plan de Tacubaya iniciado por Félix Zuloaga, con lo que se convierte en rebelde y es desconocido como presidente por el grupo liberal, con lo que se dio inicio a la Guerra de Reforma.

Casi de inmediato a que los liberales logran obtener el triunfo y después de comprometer la soberanía nacional con el Tratado Mc.Lane-Ocampo, (mientras los conservadores habían firmado el Mont-Almonte), se produce la Intervención Tripartita de Inglaterra, Francia y España que pretendían cobrar la deuda que Juárez había dejado de pagar y esta posteriormente cuando Inglaterra y España aceptan una negociación se convierte en Intervención Francesa, que a su vez da paso a la instauración del Imperio de Maximiliano, quien por cierto, fue propuesto para ser Emperador de México para alejarlo de Europa donde constituía un peligro por sus ideas liberales. Baste como ejemplo señalar que mientras las Leyes de Reforma hablaban de separación entre la Iglesia y el Estado, para Maximiliano, la Iglesia y con ella todos sus bienes debían de estar al servicio de la Monarquía.

La Lucha entre Inglaterra y Francia que se libraba en Europa, obligó al retiro de las tropas francesas de México y puso fin al Imperio de Maximiliano, con su muerte en el Cerro de las Campanas se obtiene el triunfo definitivo del grupo liberal y ya es el momento de poner el práctica las Leyes de Reforma.

Benito Juárez que durante los años de lucha había venido alargando su mandato presidencial y gobernando con “poderes Extraordinarios”, es decir sin necesidad de contar con la aprobación del Congreso, ahora si tiene su primer mandato constitucional y se enfrenta a la realidad de que la Constitución no sirve para gobernar, pues ante el temor de una nueva dictadura, da demasiadas atribuciones al Congreso y se las resta al presidente, él opta por ignorar esta situación y se gana la enemistad de muchos de sus antiguos colaboradores que se exigen entregue ya la presidencia.

Surge entonces la Rebelión de la Noria, en la que participan Porfirio Díaz y Sebastián Lerdo de Tejada, pero tiene un gran golpe de suerte ¡Se muere!, si se muere a tiempo antes de ser derrocado y pasar a formar parte de los antihéroes de la Historia, así solamente permanece olvidado algún tiempo, hasta que Porfirio Díaz haga lo mismo de lo que lo acusaron: alargarse en el poder, no tomar en cuenta al Congreso, perseguir a la prensa, etc. y entonces será el propio Porfirio Díaz quien lo saque del olvido y lo convierta en el Benemérito de la Nación.

Mientras tanto, Sebastián Lerdo de Tejada ocupa la presidencia, pero no se atreve a poner en práctica las Leyes de Reforma y se limita a promover ante el Congreso que sean elevadas a rango Constitucional, en eso se le van sus cuatro años de gobierno y pretende reelegirse, pero no se lo permite Porfirio Díaz, quien se subleva al grito de “No reelección”, en la Rebelión de Tuxtepec. Será finalmente él quien logrando permanecer cerca de 30 años en el poder, se encargará finalmente de poner el práctica las Leyes de Reforma.

Las Leyes de Reforma no se aplicaron todas con la idea original con que fueron elaboradas, en especial la Ley Lerdo, relativa a la propiedad y tenencia de la tierra, que en mi opinión es la más importante, de este modo afectaron de muy diferente manera a los distintos grupos de la población, a veces en forma positiva y otras muy negativa. No únicamente se justificó el despojo de sus tierras a las comunidades indígenas, sino lo más importante, se liberó mano de obra para el desarrollo capitalista.

SEGUNDA ACTIVIDAD.- REVISTA.

Para la actividad de la Revista:

Cada equipo elielegirá un tema, de la cultura, el arte o la vida cotidiana del siglo XIX.


Lo investigará en forma semejante a como lo hicieron con el tema del cartel, pero sin ser una investigación tan rigurosa, ya que también podrán ir a un museo, ver una película, etc.



Los siguientes pasos serán:
• Con la información obtenida cada equipo, deberá redactar un breve artículo, no mayor a dos cuartillas, pero como si se tratara de un reportaje. Por ejemplo, si el tema seleccionado es la música, pueden decir que el día anterior asistieron al Teatro Nacional para escuchar cantar a Ángela Peralta y comentar que fue lo que cantó.
• Anexar ilustraciones o fotografías, señalando siempre de dónde fueron tomadas
• También como actividades optativas, algunos alumnos, ya sea individualmente o en equipos, pueden elaborar caricaturas, algún crucigramas o sopa de letras, seleccionar anuncios de la época, etc.

  • Proponer un nombre para la Revista y un formato de portada.

    Finalmente,

• Uno o varios alumnos con conocimiento de algún Programa de computación apropiado como Page Maker, Editor, etc., se encargaran de hacer la edición del periódico o revista

ACTIVIDADES DE LA CUARTA UNIDAD.


En esta cuarta unidad, realizaremos dos actividades principales: Un cartel y una revista:

Con relación al Cartel, cada equipo elegirá un movimiento armado del siglo XIX, de la siguiente lista:
  1. Rebelión de Casamata.
  2. Guerra con Francia de 1836.
  3. Independencia de Texas.
  4. Guerra con los Estados Unidos.
  5. Revolución de Ayutla.
  6. Guerra de Reforma.
  7. Intervención Tripartita.
  8. Lucha contra el Imperio de Maximiliano.
  9. Rebelión de la Noria.
  10. Rebelión de Tuxtepec.

Investigarán su tema utilizando algún libro de texto de bachillerato, un libro de Historia del Siglo XIX, señalando muy bien su ficha bibliográfica o hemerográfica, o bien pueden usar Internet, pero en ese caso deberán de seguir los pasos siguientes:


• Elaborar una lista de todas las direcciones de Internet en las que encuentren información sobre el tema seleccionado.
• Revisar estas listas. Afortunada mente, para seleccionar las direcciones más confiables o buscar otras nuevas, deben ser páginas que estén firmadas y respaldadas por una Institución de confianza (no se valen Wikipedia, tareas, el rincón del vago, etc.)
• Copiar completas las páginas seleccionadas con todos los datos de localización y trabajarlas como cualquier texto histórico: Subrayando ideas principales y secundarias

Usar estos conceptos básicos para elaborar un cartel según la explicación que se dio un clase y entregarlo ya sea en una cartulina con un máximo de cinco ilustraciones, o bien en una sola diapositiva presentándola en memoria USB para proyectarla en clase.

jueves, 28 de octubre de 2010

ANTERIOR A LA CUARTA UNIDAD.

Ya pasó el primer examen parcial, ahora antes de iniciar la Cuarta Unidad, es necesario que ingreses al Portal Académico del Colegio para estudiar el pequeño resúmen que trae sobre la Independencia.

También es importánte que empieces a familiarizarte con el uso de un Grupo de Discución: Cada grupo tiene una dirección que se les dió en clase, ingresen por favor, regístrense, ingresen su perfil con el equipo al que pertenecen, si tienen varios nombres el que prefieren usar, o bien un diminutivo (no apodo), sus intereses, sus materias preferidas, las que más les desagradan, su aficiones, etc. y su fotografía, o si no quieren hacer esto último, entonces una imágen que los represente, diferente a las que pudieran ya tener sus compañeros y que siempre identifique sus trabajos. Bien Mucha suerte.

sábado, 9 de octubre de 2010

PRIMER EXAMEN PARCIAL.

Ya vimos en clase los Mapas conceptuales que hizo cada equipo sobre cada una de las lecturas de la Tercera Unidad y ustedes tienen copia de ellos, además en este mismo blog tienen completas estas lecturas, en esta semana nos entregarán el Mapa Conceptual de Síntesis que hicieron y con ello concluye esta Tercera Unidad, por lo que tal como les señalé desde el inicio de clases, el siguiente día haremos el Primer Examen Parcial y para ayudarles a prepararlo, les doy a continuación una guía de estudios, en la que señalo tanto los contenidos, como los procedimientos que debieron aprender en cada unidad:
UNIDAD I

INTRODUCCIÓN METODOLÓGICA
Contenidos:
  • ¿Para qué sirve la historia?
  • ¿Por qué es importánte estudiar la Historia de México a la luz de una panorámica internacional? (Estos dos temas los discutimos en la primera semana de clase e implican una opinión personal)
  • Las fuentes de la Historia, definición y clasificación (Conforme al cuadro que yo dibujé en el pizarrón)

Procedimientos:

  • Cómo hacer un árbol genealógico.

UNIDAD II
MÉXICO PREHISPÁNICO

Contenidos:

  • Caracterísiticas geográficas de las diferentes regiones, e hipotesis de ¿Porqué la agricultura y desarrollo cultural se inician en Mesoamérica? (Ejercicio de interpretación de mapas del Portal Académico del Colegio)*
  • Mesoamérica: Su definición, caracterísitcas, horizontes culturales y regiones con las caracterísiticas de cada una (lo vimos en una presentación de Power Point)
  • ¿Existe una civilización en el México Prehispánico? ¿Por qué? Son las observaciones y coclusiones de su visita al Museo de Antropología.

Procedimientos:

Visitar un Museo según una guía dada previamente y elaborar un reporte, incluyendo ilustraciones.

* Para Consultar el Ejercicio de Interpretación de Mapas:

  • En el lado izquierdo marcar el recuadro "alumno"
  • Seleccionar Contenido,
  • Después Histórico Social y finalmente
  • Historia de México I.
  • Seleccionar entonces INTERPRETACION DE MAPAS
  • Realizar todo el ejercicio y observar con atención las conclusiones.

UNIDAD III

CONQUISTA Y COLONIA

Contenidos:

  • Antecedentes: Sobre unificación de España, viajes de Colón y Exploraciones en México: Hernández de Córdova, Juan de Grijalva y Hernán Cortés. (Sólo ideas generales de lo que platicamos en clase)
  • Gobiernos españoles en América y el virreinato (Mapa que conceptual que hicimos en el Aula Telemex).
  • La Nueva España: Aspectos económicos, sociales y culturales (Lecturas y mapas conceptuales).

NOTA: Si tienen dudas de alguno de estos temas, por favor preguntarmelo en clase.

domingo, 3 de octubre de 2010

CONFERENCIAS SOBRE LOS 100 AÑOS DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL

Nuevamente tenemos enfrente una semana de conferencias, esta vez sobre los 100 años de la Universidad Nacional. Esta vez, tomando en cuenta que son temas mucho más cercanos, no les pediré que elaboren un resúmen, sino que escriban una o dos cuartillas, reflexionando sobre lo que más les impactó de la conferencia, por supuesto anotando el nombre de la conferencia, nombre del conferencista, fecha y hora y posteriormente en que forma repercute en su vida personal como estudiantes. No es necesario que lo manden por correo, ni lo impriman, después en clase les explicaré la forma en que vamos a trabajar esta información.

Como el programa no apareció en la hoja, se los mando y realzo en negritas las conferencias que me parecen más importantes, recuerden que deben asistir a las que ocurran en su horario de clase de Historia, pero pueden hacerlo también a otras, como actividad optativa.
Semana Académica para conmemorar el Centenario de la UNAM

Del Lunes 04 al viernes 8 de Octubre DE 2010
Auditorio Planta Baja del SILADIN

Invitan:

Colegio de Historia
Jefatura del Área de Talleres
Jefaturas de Sección del Área Histórico Social
y de Lenguaje y Comunicación
Departamento de Difusión Cultural

Lunes 08 de Octubre

9:00 A 9:15 Inauguración a cargo del Mtro. Víctor E. Díaz Garcés. Director del CCH
Plantel Naucalpan.
9:15 - 11:00 El discurso de Justo Sierra en la inauguración de la Universidad Nacional.
Netzahualcóyotl Soria Fuentes.

13:00-14:00 Mesa redonda: La investigación en las Ciencias y Humanidades del CCH.
Juan Antonio Flores Lira y Eduardo Juan Escamilla. Comentarista: Keshava
Quintanar Cano.


Martes 05 de Octubre

11:00-13:00 El Derecho Penal en México en su historia reciente. Leticia García García.
(Posgrado en Derecho Acatlán)
13:00-14:00 Presentación de la charla poética 1910-2010 Armando Zamora Pinzón.
14:00-16:00 Presentación del ensamble musical del Plantel Naucalpan.
Efrén Díaz Valadez

Miércoles 06 de Octubre

11:00-13:00 Semblanza del Mtro. José María de los Reyes, fundador de la Preparatoria
Nocturna. Sara María de los Reyes
16:00-18:00 Recordando a Sor Juana Inés de la Cruz y la Real y Pontificia Universidad de
México. Juan Manuel Espinosa Benavides.

Jueves 07 de Octubre

9:00 - 10:00 El Legado de José Vasconcelos a la Universidad. Vivaldo Reyes Cruz.
11:00-13:00 La impartición de la Licenciatura en Derecho en la Universidad. Edgar Rafael
Aguirre Peláez (Licenciatura en derecho Acatlán)
14:00-16:00 Presentación del Grupo de música Celta de CCH Oriente
16:00-18:00 El significado jurídico de la Autonomía Universitaria. Marco Antonio Medina
Zamora
18:00-20:00 La UNAM y su Historia. Netzahualcóyotl Soria Fuentes.





Viernes 08 de Octubre
.
7:00 - 9:00 Recorrido de Cien minutos por la UNAM. Angélica Lizbeth Espinoza Suárez
11:00-12:00 Los Derechos y Obligaciones en la Legislación Universitaria.
Olga Trevethan Cravioto.
12:00-13:00 La Refundación de la Universidad Nacional. David Orozco Rivera (Alumno de
quinto semestre)
13:00-14:00 Mesa Redonda: La formación de las Ciencias y Humanidades en el CCH José
Alberto Monzoy Vázquez y Benjamín Barajas Sánchez. Comentarista: Rafael
de Jesús Hernández Rodríguez.
14:00-16:00 Jóvenes Universitarios y vida cotidiana en 1910. Laura Celia Díaz Díaz.
16:00 Clausura del evento.

Organizan: Profesores: Carlos Medina Caracheo (Jefatura Colegio de Historia) Marco Antonio Medina Zamora (Jefatura de Sección Área Histórico Social) Rita Refugio Lugo (Jefatura Área de Talleres, turno matutino) Leticia Carrillo (Jefatura Área de Talleres, turno vespertino) Keshava Quintanar Cano (Jefatura de Sección Área de Talleres) Prof. José Efraín Refugio Lugo. (Historia) Rommy Alejandra Guzmán Rionda (Jefatura de Difusión Cultural).


LECTURAS DE LA TERCERA UNIDAD, para el Mapa Conceptual General

Ya en clase cada equipo expuso la lectura que eligió y ustedes tienen copia de los Mapas conceptuales que elaboraron, el siguiente paso es que cada equipo reuna esa información para elaborar un Mapa Conceptual que la sintetice, sin embargo, si ustedes tienen dudas respecto alguno de los temas, añado a continuación cada una de las lecturas:
1.- Supervivencia y transformación de la Agricultura Indígena:
La agricultura indígena mantuvo su importancia económica con cuatro especies de neto origen americano: el maíz, el maguey, fríjol y el chile.

La dispersión geográfica del maíz abarcó casi todo el territorio del virreinato, pero su concentración estuvo localizada en las zonas de más densa población aborigen: los valles de Atlixco, Puebla, Tlaxcala y México.

El maguey, tal vez la planta perenne más típica de México, destacó por su abundancia, excepcional resistencia a las variaciones meteorológicas, adaptación a cualquier tipo de suelos, en especial los de las zonas áridas donde la humedad era casi nula. Su primer y principal empleo era la elaboración del pulque. Del mismo aguamiel se preparaban otros productos similares al vinagre, miel y azúcar. Había plantas que rendían cerca de 500 litros de ese líquido.

Del fríjol y chile, ingredientes sempiternos de la alimentación popular, puede decirse que las numerosas variedades de uno y otro formaron parte del paisaje agrícola donde quiera que se asentara un núcleo de población en el cual figurara el indígena.

El algodón, la fibra que desde antes de la conquista utilizaron los indígenas para la confección de mantas y prendas de vestir, tuvo entre los españoles acogida favorable cuando aún el esquilmo de lana no bastaba a proveer de materia prima los obrajes.

Entre las regiones de productores, Yucatán mantuvo siempre su conducción de principal centro algodonero.

El cacao, fruto nativo, tuvo excepcional demanda a causa de que, preparado como chocolate, se convirtió en la bebida imprescindible de todas las clases sociales del virreinato.


2.- La Agricultura Europea en México.
La legislación se orientó a fomentar la inmigración de labradores peninsulares y dotarlos de las tierras más apropiadas para la agricultura. En líneas generales, la posición de la Corona en cuanto a la explotación agrícola de la Nueva España se mantuvo en una actitud de protectora expectativa. Dejó en manos de la iniciativa particular la introducción de semillas y plantas europeas, limitando su acción a dictar normas sobre la ocupación de la tierra y el fomento de determinados cultivos como el trigo la caña de azúcar en primer término. Como al aumento de la población blanca y mestiza correspondió una creciente demanda en el consumo del trigo, su cultivo recibió atención preferente.

En un principio el mayor centro productor fue le valle de Atlixco, que a fines del XVI rendía cosechas de 100 mil fanegas anuales. Le seguía el valle de San Pedro, poblado con labradores de Atlixco, con rendimiento de 70 a 80 mil fanegas. Hacia 1630, el primer valle citado disponía de unas 90 áreas de cultivo intensivo de trigo que daban 150 mil fanegas. Lo mismo puede decirse de San Pablo, aparte de otras regiones de Puebla y Tlaxcala que se fueron sumando a la producción triguera, como Amozoc, Tepeaca, Huamantla, Nopaluca San Juan de los Llanos. En los alrededores de la ciudad de México (Chalco, Tacaba, Tacubaya, Huehuetoca así como el cercano valle de Toluca), hubo bastantes tierras sembradas de trigo. En Michoacán, las zonas de clima más o menos templado de Zamora, Valladolid y Zacapu, proporcionaron cosechas de regular importancia. El Bajío fue otro centro agrícola en el que se asentaron gran número de labradores de trigo con resultados óptimos en Querétaro, Celaya, León, Silao, Apaseo, Irapuato Salamanca, Salvatierra, Valle de Santiago, etc. Los agricultores de Celaya recogían entre 17 y 18 mil fanegas en 1580. Al paso de los años los cultivos se intensificaron en forma tal que para mediados de la centuria sólo las tierras labrantías en torno a Salamanca aportaban 150 mil fanegas.

En la Nueva Galicia, a pesar del predominio de tierras de temporal, hubo lugares como Guadalajara, Amatitlán, Tlajomulco, Juchitlán, Tlala, Cmpostela, etc., donde el trigo se dio en apreciable cantidad aunque apenas suficiente para atender el consumo regional. La región de Oaxaca, especializada sobre todo en la cría del gusano de seda y la extracción de la grana o cochinilla del nopal, no destacó en producción triguera.

La caña de azúcar fue otro cultivo importado que la metrópoli trató de fomentar desde mediados del XVI.

Las grandes facilidades otorgadas inclinaron a muchos propietarios a cambiar la siembra de trigo por la de caña. El abuso que hubo en ello determinó que en 1595, 1599, 1601 y en lo sucesivo, se restringiera el servicio de los indios en las labores de los ingenios.

Buena parte de los capitales invertidos en la industria azucarera provinieron de las órdenes religiosas en forma de préstamos hipotecarios, pero en el siglo XVII ellas mismas pasaron a ser propietarias de ingenios.

En términos generales se aprecia que la siembra de caña y la consiguiente producción de azúcar tubo amplia difusión en la Nueva España y los demás territorios del virreinato.

Dos cultivos mediterráneos, el olivo y la vid, tuvieron un buen comienzo en la agricultura colonial, con marcada preferencia el segundo.

Una planta tintórea, el añil, fue cultivo exclusivo de los españoles. Su explotación comercial empezó en 1561 cuando Pedro de Ledesma y el Marques del Valle obtuvieron la concesión de industrializar el añil en la región de Yautepec. En el siglo XVII fue un artículo de exportación a España muy considerable.

Cultivo industrial de mayor rendimiento económico fue el del gusano de seda, cuya cría halló en la Nueva España las condiciones naturales más propicias que en cualquier otro lugar de la América española. El foco inicial estuvo en la región de Puebla, donde por 1550 sólo una finca podía contar 40 mil matas plantadas.

Se incrementó el cultivo de la grana o cochinilla del nopal. Geográficamente la grana suplantó a la de Oaxaca y partes de Yucatán, pero sin alcanzar su importancia como fuente de riqueza.

3.- La Ganadería
LA GANADERÍA

En el campo de la riqueza pecuaria la cultura indígena no ofreció a los conquistadores ninguna especie de ganado mayor o menor similar a las europeas. Pero esa carencia fue compensada muy pronto por las apropiadas condiciones climáticas, topográficas de los dilatados espacios de la Nueva España.

En el terreno humano, los menores cuidados que la ganadería necesitaba, a diferencia de la agricultura, lograron hacer del indio un elemento de colaboración menos difícil de aplicar que en las actividades de cultivo.



El lugar de origen de todas las especies europeas introducidas en la Nueva España fueron las islas Antillas: Cuba, Santo Domingo, San Juan de Puerto Rico, donde ya contaban con varias décadas de aclimatación. La rápida multiplicación del ganado caballar redujo al mínimo su precio e hizo posible que hasta los españoles y mestizos pobres dispusieran de caballo.

El cerdo pronto se propagó y quedó al alcance de todos. Las telas de abrigo exigidas por el clima de la meseta y la propia costumbre europea, hicieron que el ganado lanar u ovino ocupara lugar destacado en la incipiente economía colonial interna. La especie “merino”, por su fácil adaptación al medio, calidad y rendimiento de lana, se hizo indispensable para cubrir esa necesidad.

La primitiva unidad de tierra dedicada al ganado se incluyó en las normas relativas al reparto de tierras, por lo que corresponde a peonías y caballerías. Peonía era una porción de tierra de 50 pies de ancho y 100 de largo, 100 fanegas de tierra de labor de trigo o cebada, 10 de maíz, dos huebras (una era la extensión arable por una yunta en un día de labor) de tierra para huerta y 8 para cultivo de otros árboles, y tierra de pastos suficientes para 10 puercas de vientre, 20 vacas, 5 yeguas, 100 ovejas y 20 cabras. La caballería media 100 pies de largo y 200 de ancho, con equivalencia total a cinco peonías de tierras de ganado, labor y pastores, correspondía, en medidas métricas actuales, a 0.41 km2.

La cercana comarca de Toluca y aledaños acogió las primeras concesiones de estancias que constituyeron el núcleo del posterior movimiento migratorio del ganado hacia el norte.

Materia de constantes reclamaciones fue la invasión de destrucción de las sementeras indígenas por el ganado.

Medida encaminada a precaver los daños en labranzas y pueblos indígenas fue la de establecer la distancia que debía separar su propiedades de las estancias de españoles. Al efecto se promulgaron las Ordenanzas de 26 de mayo de 1567, modificadas por reales cédulas de 1687 y 1695. Por las primeras debía haber un espacio de mil varas entre las estancias y los poblados; las cédulas reales citadas alargaron la distancia a 1 100 varas, contadas desde la inglesa del pueblo de indios “y no desde la última casa como antes se practicaba”. Las reducciones de indios también quedaron amparadas contra la invasión del ganado.

Factor de suma importancia en el desenvolvimiento de la ganadería fue la extensión de los preceptos jurídicos peninsulares a las colonias sobre el usufructo común de tierras y pastos. El caso particular de las sementaras indígenas quedó incluido en la legislación local por la ordenanza de 6 de abril de 1576.

La institución de la Mesta que en España fue la asociación de dueños de ganado, en la Nueva España se distinguió por constituir igual tipo de gremio, pero formado por propietarios de estancias que a la vez lo eran de ganados, en otras palabras, poseían al mismo tiempo bienes raíces y semovientes. Al Cabildo de la ciudad de México corresponde el haber decidido establecer en 1529 una rudimentaria organización Mestal local, limitada a su extenso distrito territorial.

Con el paso del tiempo esas primeras ordenanzas sufrieron profundas modificaciones al irse acumulando una copiosa legislación, producto de resoluciones sobre casos generales o particulares no previstos en su texto o apenas percibidos en el momento de su promulgación.

El rodeo, la expresión más mexicana de la Mesta, aparece regulada en dos formas: la principal, desde el día de San Juan en junio hasta mediados de noviembre. Cada estancia debía hacer el rodeo semanal de ganado vacuno y caballar para separar las reses mezcladas; la otra forma, más limitada, obligaba a cada dueño de estancia de ganado mayor a tener un estanciero español por cada dos mil cabezas, más cuatro negros o indios, dos montados y dos a pie, que haría el mismo rodeo semanal.

El progreso de la ganadería adelante y con él la expedición de más y más mandamientos, órdenes y disposiciones virreinales que iban perfeccionando la organización de la Mesta, al punto de que se hizo obligada la compilación de toda aquella legislación dispersa en otro código de ordenanzas formulado en 1631 por el virrey marqués de Cerralvo.

El auge de la ganadería era palpable a mediados del siglo XVI. En 1553 parte de las estancias de la provincia de Jilotepec tenían entre 20 y 30 mil cabezas de ganado menor, aparte de vacas, yeguas y bueyes. En esa región, como en las de Toluca Tepeapulco, no era extraordinario que un ganadero tuviera 10 mil reses y mil yegua.

En el sureste, la Gobernación de Yucatán sólo criaba escaso ganado mayor. En el norte, la Nueva Galicia tenía la ganadería distribuida a ambos lados de una línea irregular que partiendo de la región de Guadalajara subía hacia Aguascalientes, Zacatecas.

A despecho de las cifras dadas como ejemplo de la fabulosa riqueza ganadera novo hispana, es necesario apuntar que su máximo aumento fue alcanzado a fines del XVI. A partir de 1580 más o menos se empezó a observar una reducción apreciable en la multiplicación del ganado.

La marca de reses puede ser otro elemento de comparación muy elocuente. La región de Guadalajara marcaba 23 mil novillos en 1594, pero en 1602 desciende a 8000 y en 1608 apenas 5000.

4. La Minería.

LA MINERÍA

El atractivo de los metales preciosos fue un factor importante en la conquista de la Nueva Zacatecas, descubierta en 1546, se pobló rápidamente; para 1548 tenía ya unas 50 minas en explotación, y se convirtió en la segunda ciudad más

importante de Nueva España, poblada por mineros y comerciantes. En 1552, las minas de Pachuca empezaron a explotarse con los sistemas más modernos de la época. En 1554 comienzan a explotarse las minas de Guanajuato. Más al norte que todas las anteriores, a partir de 1567, se inició la explotación de las minas de Indé y Santa Bárbara, situadas a más de 700 kilómetros de Zacatecas y 1 500 de México. En 1592, surgen los yacimientos de San Luis Potosí, para 1593-1603 y 1609 se descubren los filones de sierra de Pinos y Ramos.

Los recursos técnicos de los españoles hicieron posible la gran explotación minera.

Los mineros debían pagar el Real Quinto, pero en los minerales de plata se pagaba, a diferencia de los peruanos, el diezmo (1/10, en vez de 1/5), debido a la carestía del azogue en Nueva España.

El trabajo en las minas era el más peligroso y duro; las condiciones y la técnica de las minas lo hacían muy riesgoso y los trabajadores no respondían a los estímulos. La disminución de la población indígena superó todas las posibilidades de crear la mano de obra estable.

La explotación de yacimientos de Nueva España estuvo de acuerdo con el oscilante monopolio peninsular. La irregularidad de los suministros hizo que se adoptara el procedimiento de repartir equitativamente los azogues por mano de oficiales reales entre los mineros.

Un balance certero de la minería novo hispana del XVII es prácticamente imposible debido a la escasez y a la incertidumbre de datos confiables.

Pueden destacarse algunos hechos generales: la bonanza minera de los años inmediatamente posteriores a la conquista (que comprendieron principalmente el oro lavad) no se alcanza con la plata a finales del XVI ni en la mayor parte del siglo XVII, a pesar de los numerosos yacimientos que se descubren. A mitad del XVII, la producción de plata se reduce tanto, que la economía de Nueva España se repliega dentro de sus fronteras, y en este territorio se localizan economías autosuficientes, cerradas al tráfico marítimo con la metrópoli.

Paralelamente se disminuyen los envíos de plata a la Península; y este fenómeno se explica no sólo por la contracción de la actividad minera, sino por la inevitable necesidad de dedicar la producción metálica al sostén de la administración del virreinato, su defensa y apoyo económico de las islas del Caribe con los “situados”, destinados en principio a gastos militares (construcción de puntos de defensa y pago de guarniciones)


Profa. Maldonado Figueroa Graciela
5. Los Charros.
CHARRO SIN SARAPE, NI ESPUELA, NI CUARTA, MAL RAYO LO PARTA.

Durante el virreinato, los vaqueros expertos que se desempeñaban en rodeos y capaderos desarrollaron un traje propio, nacido del que utilizaban los aldeanos de Salamanca, de quienes se tomaría el nombre de charros. Hacia finales del siglo XVIII, este atuendo se adornaba con bordados, filigranas, repujados, herrajes con oro y platas, y en el siglo XIX se definió como un traje de pantalón Ajustado, camisa, chaqueta corta, botas, sarape, sombrero y espuelas. Los pantalones cuando eran cerrados, se llamaban pantaloneras, y cuando se abotonaban, calzoneras. El antecesor del charro que conocemos ahora fue el chinaco, que vestía del calzonera de cuero sobre un pantalón de manta, una cotona o capa lisa y un sombrero de copa redonda con cuatro pedradas y toquilla de cuerdas en forma de chorizo, botas de gamuza en forma de tubo, lanza y reata. La primera versión del sombrero era versión era muy parecida a la que usan los picadores de la plaza de toros.

A lo largo del siglo XIX, las antiguas castas coloniales se fueron transformando en tipos populares caracterizados por su actividad: el aguador, el lépero, el evangelista, el tlachiquero, la enchiladera, o la china poblana, de indumentaria variada y colorida. Los vendedores que pregonaban sus mercancías vestían de manta, camisa, cotón o sarape corriente, sombrero y huaraches. Las mujeres lucían enredo y blusa bordada y en el rebozo cargaban sus viandas. Los léperos y pelados (porque andaban desnudos) se resignaban al calzón corto, camisa raída y sarape de jerga. Entre la desnudez popular brillaban los trajes europeos de las clases pudientes y el atuendo lujoso de los altos clérigos; el bajo clero vestía pantalones chaqueta de lana negra barata.

En calles e iglesias cundían los cojos, ciegos, mancos, tullidos y leprosos, pidiendo caridad, que al anochecer sanaban milagrosamente. En época de lluvias, llamaban la atención los tamemes que, por una pequeña cuota, trasladaban a los patrones de una acera otra de las calles inundadas para que no se mojara su fino calzado o vestimenta, pro0vistos de su antiguo prehispánico mecapal. Al comenzar la industrialización, los artesanos, los jornaleros y obreros citadinos trocaron el calzón por el pantalón. En el campo se organizaban saraos en donde charros y chinas bailaban jarabes, frente a los policías vestidos de traje azul de paño y los músicos de camisa, pantalón de cuero y sarape.

6.- La Ciencia en la Nueva España.
PROPÓSITO
Es de suma importancia que los alumnos conozcan los avances científicos que se dieron en la Nueva España, de la influencia del Despotismo Ilustrado y de las instituciones que se crearon y contribuyeron al auge de la ciencia en este periodo colonial. Este impulso se extendió a otras ciudades, como Puebla, Guadalajara y lo que hoy es Morelia.

INTRODUCCIÓN
La difusión de la ciencia y la tecnología moderna recibió un fuerte impulso durante la segunda mitad del Siglo XVIII. Las pequeñas comunidades científicas de la Ciudad de México, Puebla, Guadalajara y Valladolid (hoy Morelia), entre otras ciudades, conocieron en este tiempo la mecánica celeste de Newton, la taxonomía animal de Linneo, la nomenclatura química de Lavoisier y las teorías de la electricidad. Estos conocimientos permitieron que los estudios, antes restringidos a la matemática, la geografía y la astronomía, se abrieran a los nuevos aires que habían transformado la botánica, la zoología, la medicina, la metalurgia, la geología y la estadística. En consecuencia, se aplicaron técnicas modernas en la industria, como la máquina de vapor, la mecanización textil y el uso de catalizadores para amalgamar la plata.

AVANCES CIENTÍFICOS

Estos avances fueron creados bajo la inspiración del despotismo ilustrado, algunas instituciones contribuyeron al auge de la ciencia en la Nueva España. Entre éstas cabe destacar el Real Seminario de Minería y el Jardín Botánico. El español Fausto Elhúyar, decubridor del tungsteno, aparte del ser miembro fundador de la Escuela de Minas, promovió desde su cátedra la aplicación de la química a la minería. Uno de sus más cercanos colaboradores, el químico Andrés Manuel del Río, puso a circular entre sus alumnos su Manual de orictognosia, en el que difundió las novísimas técnicas del beneficio de metales. El Jardín Botánico, fundado por el botánico español Vicente Cervantes, en colaboración con los médicos Martín de Sessé y José Mariano Mociño, se ubica en los patios del Palacio Virreinal. Los herbarios acumulados por estos botánicos constituirían un aporte decisivo al conocimiento de la flora novohispana. También favorecieron la modernización del saber en la Nueva España los viajes de exploración científica, financiados por los Borbones, de Sessé y Mociño, así como el de Humboldt y Bonpland.
La geometría y la astronomía, que contaban con cierta tradición en el virreinato, recibieron también gran impulso. En estas ciencias destacaron científicos criollos, como Joaquín Velásquez de León, quien escribió notables observaciones sobre el paso de Venus por el disco del sol y calculó la longitud y latitud del Valle de México. Su amigo Antonio de León y Gama, comentarista de Kleper, Copérnico y Newton, hizo valiosas descripciones de fenómenos celestes, como el eclipse de sol de 1778. A su lado aparece la figura del criollo José Antonio Alzate, célebre por sus documentadas Gacetas de Literatura, en las que difundió los últimos conocimientos europeos. Alzate concentró su atención en la farmacopea, la medicina, la electricidad, la química, la ingeniería, la zoología y la arqueología. Fue sobre todo, un divulgador científico, cuya obra lleva la marca del enciclopedismo europeo.
La difusión de la ciencia moderna se enfrentó en la Nueva España al escolasticismo, predominante en el medio académico. Entre aquellos que más lucharon por el cambio, resalta la labor del filósofo michoacano Benito Díaz de Gamarra. Su obra, Elementa recentioris philosophiae (1774-9, que logró imponerse como libro de texto en la Real y Pontificia Universidad de México, promovía una abierta explicación de los métodos modernos en al ciencia. Para Díaz de Gamarra, la naturaleza no debía estudiarse a través de especulaciones abstractas, como la teología medieval, sino mediante la observación y la experiencia.
7. Sociedad y Cultura en el México Borbónico.
PROPÓSITO
La riqueza artística que se desarrolló en la Nueva España fue amplia y muy variada, hoy todavía podemos ser testigos de esa imaginación tan rica, en todo el territorio. Hay muestras de esa amalgama de pensamientos artísticos de dos fuentes principales la indígena y la española. Hoy los estudiantes pueden estudiar esas riquezas en los museos, las iglesias, los edificios civiles y las plazas públicas.

INTRODUCCIÓN
Una manifestación de gran esplendor en la Nueva España fue la producción de arte principalmente de carácter religioso, aunque también lo hubo civil, pero se distinguió de manera desbordante el primero y una de estas grandes manifestaciones fue el estilo Barroco, que dejó muestras importantes en la arquitectura, en la pintura y en la escultura.

La Nueva España Barroca
La cultura del Barroco comenzó en Europa en el siglo XVII y pronto llegó a las colonias de ultramar. Esta corriente artística, durante mucho tiempo, estuvo reservada únicamente al conjunto de características formales de la obra de arte; luego se amplió al campo literario y hoy se acepta como la forma de definir todo un estilo de vida y el conjunto de valores que lo inspiraba. Por extensión, incluso, se habla de monarquía barroca (la absolutista), economía barroca (el mercantilismo) y mentalidad barroca.

Los artistas del barroco pensaron su obra en íntima conexión con la sociedad en que actuaron. Por debajo del aparente realismo, la estética barroca trataba de fundamentar la bondad de los marcos sociales, la adecuación de los esquemas políticos y de defender los postulados de una ética conservadora. El resultado fue un arte y una literatura formalmente intensos, sensuales, llenos de ingenio y teatralidad, pero también de hondura estremecedora y, a veces, de una noble desesperación. Una cultura, en suma, compleja, racional e irracional a la vez, que buscaba emocionar a la sociedad para convencerla de la justicia del sistema existente y de la necesidad de obedecer las instituciones, y que acabó a menudo siendo arrastrado por la propia sociedad.

En la cultura barroca se pueden distinguir dos niveles. En uno de ellos encontramos el esfuerzo por mejorar la imagen que la sociedad tenía de sí misma al acompañarse con los modelos estéticos e intelectuales que le ofrecía el Renacimiento. Frente a la suma perfección total que aquél había exigido, los artistas barrocos ofrecieron temas y modelos aparentemente reales, en los que la sociedad se reconocía y se gustaba. Este esfuerzo por elevar la naturaleza humana y acercar incluso lo abstracto religioso a lo cotidiano de la sociedad, también tenía una vertiente laica: recabar la dignidad superior hasta para los más desgraciados.
Hubo, sin duda, una cierta programación dirigida (que ha valido al barroco el apelativo de “primera cultura de masas”), surgida del convencimiento de que era más fácil educar al hombre a través de la emoción que de la razón.

También el barroco en la Nueva España reprodujo la riqueza enorme de sus minas, el apogeo de sus ciudades, en especial Puebla, Guanajuato, Zacatecas, Oaxaca, San Luis Potosí y claro no podía faltar Ciudad de México.

NEOCLÁSICO

Como reacción contra las formas alambicadas del Barroco, a finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX la Academia de San Carlos propugnó por el arte neoclásico, que se afanaba en recuperar las antiguas formas grecorromanas, encarnación del equilibrio y la serenidad de la razón.

El neoclasicismo se popularizó enormemente y prevaleció en México hasta 1810 entre las clases adineradas. Pasada la guerra de Independencia, la Academia de San Carlos pasaría por un época de crisis; por ello, la pintura mexicana de la primera mitad del siglo XIX sería obra de los artista extranjeros que llegaron a México atraídos por su historia, naturaleza, arqueo logía, vida y costumbres, a los que sumaban las pinturas de bodegones, mercados, peleas de gallos o sucesos de chinacos, de pincel anónimo y popular. Al nuevo país llegaron los “artistas viajeros”, dibujantes o científicos europeos cuya curiosidad los llamaba a retratar las ciudades, la naturaleza mexicana en pinturas, acuarelas, dibujos, estampas, libros e instrumentos que descubrían su paisaje, su tipología, su historia y costumbres.


LOS MINIATURISTAS

En la Edad Media, los monjes decoraban los manuscritos con cinabrio rojo, un óxido de plomo llamado minio. Esta técnica se empleó después en pinturas muy pequeñas, que se terminaron denominando miniaturas. Los miniaturistas solían pintar con pinceles finos y puntiagudos en superficies de tan diversa naturaleza como el dorso de un naipe, un pergamino, metal, tela, madera y marfil. Estas miniaturas que cabían en la palma de la mano, las encargaban los clientes ricos para exhibirlas en acontecimientos sociales; sus temas eran bodegones, paisajes, escenas costumbristas, cuadros religiosos elaborados en óleo sobre lámina recreados a santos con ángeles, alegorías, monumentos sacros, decoraciones para teatro de hasta cuatro por cinco centímetros en forma de camafeo y, por supuesto, retratos.

Estos últimos se enmarcaban, por lo general, en un círculo o un óvalo; se utilizaban como piezas de adorno personal o como objeto de regalo, ya que se montaban como joyas; incluso decoraban las tapas de los relojes. Estas obras son extraordinarias por la exquisitez del detalle y el cromatismo, y por la habilidad con que conseguían captar el carácter de su modelo.


8.- Movimientos de Resistencia ante la Dominación Española.
PROPÓSITO

La conquista se dio por las armas y las órdenes religiosas continuaron con la pacificación del reino, pero las inconformidades sociales se mantuvieron a lo largo de los trescientos años, el mismo hijo de Hernán Cortés, Martín inició la primera rebelión contra los españoles y así se fueron encadenando las inconformidades hasta que en 1810 se inicia la rebelión generalizada. El alumno podrá hacer un seguimiento de los procesos históricos que tienen una larga continuidad.

INTRODUCCIÓN
Nueva España, colonia preferida de España, en donde ésta dejó en todos los ámbitos una huella decisiva de su presencia, vivió en el siglo XVIII una época de esplendor que con toda razón se llamó su siglo de oro. Con una extensión de más de cuatro millones de kilómetros cuadrados, que iban desde los extremos límites de California, Nuevo México y Texas hasta América del Centro, ocupados por una población mayor de seis y medio millones de habitantes, mal distribuidos y diferenciados social, económica y culturalmente, mantenía una organización política, administrativa, judicial y religiosa tan importante para su metrópoli como perjudicial a la movilidad socioeconómica de los mexicanos.

Si las reformas borbónicas aportaron un auge cultural considerable, ellas produjeron un bloqueo a los anhelos igualitarios y democráticos de núcleos relevantes, principalmente de los criollos, y una forma segura y eficaz de aprovechar mejor los recursos económicos novohispanos a favor de la Corona y su política europea.


LA INCONFORMIDAD SOCIAL

Su población, fruto de tres razas diversas, en estadios culturales diferentes y detentando una de ellas, la europea, el poder político y la fuerza económica, las otras estaban a ellas sujetas. La sociedad era en rigor de tipo estamental con poca movilidad y la constituían: “los que nada tienen y los que lo tiene todo”. Los europeos manejaban la mayor parte de la riqueza del país y unidos a numerosos criollos, estaban ligados a la política e intereses económicos de la metrópoli. Los criollos poseedores de una mejor preparación cultural, despierta inteligencia, estrecho apego a la tierra y sentimientos nacionalistas, mostrábanse celosos de los europeos. Los mestizos que por su fortuna y cultura distinguíanse, seguían la suerte del padre. Los que no, disminuían en categoría y sumábanse a las castas, descendientes de negros y blancos o de indios y negros, y las cuales representaban el escalón más bajo de la sociedad. Sus posibilidades de mejoría eran escasas y sus derechos eran casi nulos. Entre ellas la esclavitud era frecuente. Sin cultura, con una economía muy lánguida dependían en lo absoluto de las clases dirigentes; mas su carácter osado y levantisco les convertía en peligrosas. Su número era superior al millón. Las castas y los indios representaban el mayor porcentaje de la población y de las primeras procedían cerca de nueve mil esclavos ocupados en el servicio doméstico, como capataces, y en ciertos trabajos que ameritaban su utilización, frente a un aumento de la población indígena cuya fuerza de trabajo era más barata.

Los conflictos sociales, provocados por los abusos y condiciones laborales injustas y aflictivas, así como las rebeliones indígenas no fueron extrañas a esta época (entre 1607 y 1612). El Negro Yanga encabezó un movimiento de rebelión en Veracruz y Puebla, en 1612 se amotinaron unos negros en la Ciudad de México, en 1692 se dio el tumulto de la ciudad de México por escasez de granos de maíz, donde destruyeron e incendiaron el Palacio Virreinal. Durante el siglo XVII en las regiones de Topia, Taraumara y Nuevo México se llevaron a cabo múltiples rebeliones que expresaban la oposición y la afrenta a quienes veían, en la colonización española, la destrucción de sus formas de vida y la invasión de su territorio. Las huelgas y conflictos de los mineros del Real del Monte en 1766, los de San Luis Potosí en 1767 y Guanajuato y Pachuca en 1776 reflejan tensa situación que se agravó día tras día.

Culturalmente se había llegado a una madurez de la conciencia mostrada en amplios grupos esparcidos por todo el territorio, pero principalmente en aquellas provincias y regiones en las que existían centros educativos destacados: México, Puebla, Valladolid, Guadalajara, Mérida, Monterrey, Saltillo, de las que surgió un pensamiento a la reforma científico-filosófica y también política.

El acrecentamiento de un sentimiento nacionalista favorecido por ciertos factores imprimió su tónica en los ideales de varias generaciones, las cuales se hicieron eco y se aprovecharon en su favor, el descontento que en capas más bajas del país latía, por la miseria, el desigual reparto de la tierra, la carencia de fuentes de trabajo y varias condiciones de las existentes, así como las limitaciones para incorporarse a ciertas formas productivas.

La influencia de la ilustración europea, los ejemplos de la independencia de las colonias inglesas de Norteamérica, la Revolución Francesa, la independencia de Haití, sirvió a los americanos en mayor o menor grado para aclarar sus ideas, recuperar las tesis tradicionales defensoras de la libertad que habían sido olvidadas, crearles una conciencia de progreso, de libertad, de dignidad humana y para colocarles en un plano desde el que podían tratar igualitariamente en lo político y en lo cultural, no sólo con los espíritus esclarecidos de la Europa de esa época, sino con el Estado español. La ilustración al propio tiempo que vivificó el espíritu de los americanos con las nuevas ideas, reforzó su sentimiento optimista y sus deseos de cambio.

La atmósfera ideológica de finales del siglo XVIII, que en ciertas regiones del país, como el Bajío, se hizo más patente, fue precisando dos ideas fundamentales: emanciparse políticamente de una metrópoli descuidada y cada día más urgida de recursos y la cual excluía a los americanos; y liberarse de las trabas sociales que pesaban sobre la mayor parte de la población.
Los hombres que desde distintos ángulos promovieron conscientemente e inconscientemente la emancipación, anhelaban un mejoramiento social y económico que afianzara el progreso material bajo un régimen político liberal que lo hiciera posible, régimen que ellos se darían y no se les impondría de fuera. Emancipación política y emancipación socioeconómica, fueron los móviles de la guerra de independencia.
9.- Rebeliones y Alzamientos Indígenas y Populares:
Si vemos la etapa colonial como un proceso que se inicia con la conquista y acaba con la consumación de la independencia, entonces nos será más fácil entender la afirmación de que a medida que se consolidaba la nueva sociedad, también se definían las formas de lucha social que le serían características. Así, en una primera instancia predominó la lucha entre indígenas conquistados y españoles conquistadores, que se fue desplazando hacia el norte y algunas regiones no conquistadas del sur. En cambio ahí donde las nuevas relaciones económicas y políticas se habían estabilizado, fueron apareciendo nuevas contradicciones que se reflejaron en las luchas de otros sectores sociales: campesinos, indígenas, negros o mestizos y sus explotadores; entre trabajadores de la ciudad y clases propietarias; entre sectores medios y clases dominantes, etcétera21.

Esto significa que son falsas las tesis hispanistas que han querido ver a la etapa colonial con tonos idílicos, rosados, como si hubiera sido una era de civilización y piedad de unos con otros; una verdadera siesta colonial de tres siglos:

Desde su nacimiento, la existencia de la sociedad novohispana presenta antagonismos profundos de orden social, económico y político, originados en las desigualdades de riqueza y en los privilegios políticos y jurídicos de los grupos detentadores del poder. Conspiraciones, tumultos, alzamientos, rebeliones violentas, etc., fueron constantes en el periodo colonial. En dichos movimientos participaron indios, negros y castas. Pero también ocurrieron rebeliones de españoles e insurrecciones y conspiraciones de criollos y euromestizos22.

Por razones del desarrollo del programa, en este apartado solo trataremos de las rebeliones que se efectuaron hasta finales del siglo la primera mitad del siglo XVIII.


Las rebeliones rurales

María Luisa González Marín, en un estudio acerca de las rebeliones indígenas, clasifica en dos tipos a las comunidades: las nómadas atrasadas y las agrarias sedentarias23.

Las primeras son predominantemente norteñas, situadas en la zona de Aridoamérica, donde como vimos, se establecieron minas, estancias ganaderas, haciendas y también congregaciones. Su forma de lucha es abiertamente violenta; pues en general se pelea contra cualquier forma de dominación hispana, incluyendo la rebelión contra los religiosos.

Por su parte, las comunidades agrarias sedentarias, situadas en Mesoamérica, estaban acostumbradas a tributar a ciudades como Tenochtitian, Tlaxcala y otros, por lo que su rebelión se dio, en general por los despojos de tierra de que fueron objeto, o bien por abusos de los españoles.

En el norte, los antiguos chichimecas se rebelaron continuamente. De sus movimientos rebeldes mencionamos sólo los más destacados:

1541. Sublevación de indígenas de Nueva Galicia en Mixtón. Se niegan - a pagar tributos y a reconocer a los encomenderos de Tepic, Tlaltenango, Rio de Juchilapa, Nochistián y Teocaltiche. La rebelión llegó a sitiar Guadalajara y se extendió más hasta que el virrey Antonio de Mendoza la combatió. La lucha decisiva se efectuó en Nochistián, en donde cerca de 60 000 indígenas lucharon hasta- la muerte e incluso prefirieron arrojarse a los precipicios antes que rendirse. El resultado fue la derrota indígena y que 5000 indígenas fueran conducidos a la ciudad de México en calidad de esclavos.

1561. Se rebelan indios zacatéeos y guachichiles en lo que hoy son Zacatecas, San Luis Potosí y Jalisco. El movimiento se extendió y dejó sitiado el centro minero Real de Zacatecas. Fueron derrotados primero los zacatéeos, con ayuda de varias tribus comandadas por españoles.

1606. Rebelión de tarahumaras y tepehuanes. Son muertos 15 555 indígenas, además de un número importante de religiosos y soldados españoles. En 1616 y 1617 se vuelven a sublevar los mismos grupos indígenas.

1621. Rebelión de los indios tobosos y tribus aliadas: conexes, ococlomes, cocoyames, etc. El motivo: que se les obliga a ser sedentarios para el trabajo en las haciendas del Valle de San Bartolomé. Los indígenas llegaron a atacar dos reales de minas: Mapimí y Parral.

1622. Rebelión de los yaquis en alianza con los ocories y los zuaques.

1632. Levantamiento de varias tribus de Sinaloa.

1652. Nueva rebelión tarahumara, con ayuda de otros pueblos indígenas. Los indígenas destruían minas y haciendas, amenazando incluso la consolidación del dominio español en esa región. Hubo nuevas revueltas en 1689, 1690, 1694, 1696 y aún durante el siglo XVIII.

1665. Rebelión de conchos, sobas y pimas.

1680. Se realiza la rebelión más larga de la Colonia. Las tribus habitantes de Nuevo México (taos, pecuries y tehuas) asaltan San Cristóbal y expulsan a los españoles, negándose a pagar tributo. Mantienen su independencia durante 12 años, pero la rivalidad tribal los debilitó, ayudando a la reconquista.

A partir del siglo XVIII baja la frecuencia de las rebeliones en la zona noroeste, debido a que varias tribus han sido aniquiladas. Sobreviven sólo los pueblos más cohesionados y numerosos, como los yaquis, los tarahumaras y los seris. Hay rebeliones en 1701 (reino de Nuevo León),

1720 (indios conchos) y 1750 (pimas y seris).

Las principales rebeliones de las comunidades agrícolas sedentarias, fueron:

1523. Se levantan los indios de la Provincia de Panuco.

1524-28. Hay sublevaciones en Oaxaca (mijes). Son asesinados los cobradores de tributos, y la rebelión se extiende hasta Chiapas.

1524. Se sublevan los indígenas de la Provincia de Chiapas.

Nuevamente los excesivos tributos es una de las causas principales.

1544. Nueva sublevación en Oaxaca.

1660. Tiene lugar una más extensa rebelión en Oaxaca. Los indígenas incendiaron dependencias del Gobierno e invitaron a otros pueblos a unirse contra la dominación hispana. Incluso se formó un gobierno comunal. Finalmente esta rebelión fue derrotada24.

Hasta aquí hemos hablado de rebeliones indígenas. Pero hubo también formas de lucha de otros sectores de la sociedad novohispana:


Junto a las formas de lucha que habían predominado en el siglo XVI, aparecieron otras nuevas. Los trabajadores indios y negros no sólo se remontaban a zonas inhóspitas, huyendo de sus amos, o bien litigaban contra ellos aprovechando las posibilidades que ofrecían las leyes, sino que apelaban cada vez más a la revuelta, el bandidaje, el tumulto e, incluso, a la rebelión masiva y prolongada. Además, los choques se hicieron más frecuentes y se extendieron por todo el país. Se puede decir, sin temor a exagerar, que no pasaba un quinquenio sin que se produjeran importantes luchas en una u otra región25.


Hubo luchas de los negros; por ejemplo en 1537 tuvieron lugar las primeras y a principios del siglo XVII varios grupos de esclavos que habían huido de los ingenios y haciendas, aparecieron en algunas partes del camino entre Veracruz y Puebla, atacando a los viajeros y amenazando a los pueblos vecinos. Lo mismo ocurría hacia las costas del Pacífico.

Los españoles usaron un término (ofensivo, como siempre) para designar a los negros que huían y se internaban en bosques y selvas: les llamaban cimarrones, exactamente como a los animales domésticos que se volvían salvajes.

En las sierras de Puebla y Veracruz destaca en 1608 la rebelión de Yanga, quien había sido jefe en África y que por lo mismo dirigía un grupo importante de negros concentrados en una aldea de ochenta familias. Se lanzó contra ellos una fuerza de doscientos españoles y doscientos arqueros tlaxcaltecas que no pudieron vencerlos y aceptaron la negociación. Ellos respetarían la libertad a cambio de que los rebeldes va no atacaran a los viajeros y se les asignó un sitio para que se estableciera en el hoy estado de Veracruz. Hoy día este lugar lleva el nombre del jefe de la insurrección. Yanga.


Motines urbanos

En 1609, el entierro de una esclava negra, que había sido flagelada hasta la muerte por su amo, fue causa de una violenta protesta en la ciudad de México. Participaron en el tumulto cerca de 1500 negros y mulatos, quienes apedrearon la casa del asesino y protestaron frente al plació del virrey.

Según los españoles, a partir de ahí comenzó a organizarse una conspiración negra cuyo objetivo era asesinar a todos los blancos y poner en el trono novohispano a un rey y una reina angoleños.

La culminación de estos hechos fue una violenta represión. Te pedimos que leas el siguiente texto:

domingo, 26 de septiembre de 2010

Dirección para descargar el programa de MAPAS CONCEPTUALES

http://cmap.ihmc.us/support/help/Espanol/

TERCERA UNIDAD.- TEMAS A ELEGIR

La agricultura europea en México.

Supervivencia y transformación de la agricultura indígena.

La ganadería

La minería.

Movimientos de resistencia ante la dominación española

Rebeliones y alzamientos indígenas y populares.

Sociedad, cultura y vida cotidiana.

Los charros.

La ciencia en la Nueva España-

Sociedad y cultura en el México borbónico.

GUIA PARA LA VISITA AL MUSEO DE ANTROPOLOGÍA

VISITAR:
SALA OLMECA, SALA TEOTIHUACANA Y SALA MEXICA (en ese orden).

Ø Antes de asistir a la visita al Museo deben leer y analiza )siguiendo el método que ya estudiamos de cómo leer un texto histórico, subrayando con 3 colores, etc) el subtema “la forja de una civilización” del texto de Bonfil Batalla México Profundo, que se anexa a continuación y deben definir el concepto civilización.

Introducción
Ø A partir de la revolución agrícola en la región de Mesoamérica (entre 7500 y 5000 años antes de Cristo) los grupos humanos que habitaron este hábitat, iniciaron un acelerado proceso de transformación y cambio que se expresa en un creciente dominio sobre su medio ambiente, así como una mayor complejidad en las formas de organización política, distribución y apropiación de los excedentes, su cosmovisión del mundo y los complejos urbanos creados por ellos; conformaron una civilización original.
El Problema:
Ø ¿La civilización mesoamericana desapareció con la derrota de los Mexicas ante los conquistadores españoles?

Visita al museo
Vocabulario
Museografía parte de la museología, ciencia que estudia los museos, se enfoca a la exposición de los materiales a exhibir en un espacio determinado.
Museo de sitio museo que se establece en la misma área de donde se encontraron los vestigios
Zona Arqueológica área que corresponde a una asentamiento con vestigios arqueológicos.
Cerámica arte de fabricar objetos de diferentes materiales, entre ellos, barro, loza y porcelana.
Estuco Pasta hecha con cal y un aglutinante (por ejemplo, la baba de nopal) con la que se preparaban esculturas muros y pisos para después pintarlos

Ya estando en el museo
v Registran en una tarjeta el mensaje que despide al visitante, grabada en el enorme paño interior de la fachada, sobre sus puertas de acceso.
v Con relación a las salas a visitar observan con detenimiento las maquetas (su disposición y orientación geográfica) qué representan los centros urbanos de cada una de las culturas a observar.
v Señalan claramente la ubicación espacial y temporal de las culturas que serán visitadas.
v Registran los objetos y expresiones religiosas ligadas con la agricultura.
v Observan objetos producto del tributo que imponían y del comercio que tuvieron con otros pueblos, a quienes llegaron a dominar. Trazar un mapa donde se exprese las zonas que dominaron, así como las rutas comerciales y tributarias.
v Identifican objetos relacionados con ritos funerarios, el sacrificio humano y la guerra.

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LECTURA.

LA FORJA DE UNA CIVILIZACIÓN

Nuestro territorio, como los territorios de casi todos los países del mundo, han visto transitar, surgir y desaparecer en él, a lo largo de milenios, una gran cantidad de sociedades particulares que podemos llamar, en términos genéricos, pueblos. Pero, a diferencia de lo que ocurrió en otras partes, aquí hay una continuidad cultural que hizo posible el surgimiento y desarrollo de una civilización propia.
Según la información disponible, hace por lo menos 30 mil años que el hombre habitaba en las tierras que hoy son México. Los primeros grupos se ocupaban en la cacería y la recolección de productos silvestres, Unos parecen haberse dedicado a cazar las grandes especies de la fauna desaparecida, como el mamut, el mastodonte, el camello y el caballo, en tanto que otros, probablemente por las condiciones del medio en el que se movían, cazaban o pescaban especies menores y dependían más de la recolección. La gran fauna desapareció del territorio mexicano aproximadamente 7 mil años antes de nuestra era, tal vez debido a cambios climáticos que le impidieron sobrevivir. De aquellas bandas se han encontrado restos fósiles, utensilios de piedra y algunas armas directamente asociadas con esqueletos de los grandes animales que mataban. Eran grupos nómadas que requerían de un territorio muy amplio para asegurar la subsistencia y vivían en cuevas y abrigos temporales que abandonaban a poco tiempo de ocuparlos.
La reducción de la fauna y la mayor dependencia de la recolección influyeron seguramente en el inicio de un proceso fundamental: la domesticación y el posterior cultivo de las plantas. La civilización mesoamericana surge como resultado de la invención de la agricultura. Éste fue un proceso largo, no una transformación instantánea. La agricultura se inicia en las cuencas y los valles semiáridos del centro de México entre 7 500 y 5 000 años antes de nuestra era. En ese periodo comienzan a domesticarse el fríjol, la calabaza, el huautli o alegría, el chile, el miltomate, el guaje, el aguacate y, por supuesto el maíz. El cultivo del maíz constituye el logro fundamental y queda ligado de manera indisoluble a la civilización mesoamericana. Su domesticación produjo el máximo cambio morfológico ocurrido en cualquier planta cultivada; su adaptación permitió su cultivo en una gama de climas y altitudes que es la más amplia en comparación con todas las demás plantas cultivadas de importancia. Debe recordarse que el maíz sólo sobrevive por la intervención del hombre, ya que la mazorca no dispone de ningún mecanismo para dispersar las semillas de manera natural: es, de hecho, una criatura del hombre. Del hombre mesoamericano. Y éste, a su vez, es el hombre del maíz, como lo relata poéticamente el Pop Wuj, “Libro de los Acontecimientos” de los mayas Kichés:

así fue como hallaron el alimento y fue lo que emplearon para el cuerpo de la gente construida, de la gente formada; la sangre fue líquida, la sangre de la gente, maíz empleó el Creador, el Varón Creado (...) Luego tomaron en cuenta la construcción y formación de nuestra primera madre y padre, era de maíz amarillo y blanco el cuerpo, de alimento eran las piernas y los brazos de la gente, de nuestros primeros padres; eran cuatro gentes construidas, de sólo alimento eran sus cuerpos.
(Versión de Adrián I. Chávez.)

El maíz y la propia agricultura, no adquirieron de inmediato la importancia que les estaba destinada. Sus inventores continuaron practicando la recolección y la cacería como actividades principales y usaban los productos cultivados de manera complementaria, aunque en proporción creciente. Hacia el año 3000 antes de nuestra era, los habitantes de las pequeñas aldeas que se han descubierto cerca de Tehuacan sólo obtenían el 20% de sus alimentos de las plantas cultivadas, en tanto que el 50% provenía de la recolección y el resto era producto de la caza. Sin embargo, llevaban ya una vida sedentaria, habían aumentado la variedad de cultivos e incluso criaban perros para su alimentación. Entre los años 2000 y 1500 antes de nuestra era culmina el proceso de sedentarización y los productos cultivados representan ya la mitad de la dieta. Se ha explicado este cambio por el hecho de que el rendimiento del maíz debió alcanzar la cantidad de 200 a 250 kg por hectárea, lo que ya lo hacía más redituable que la recolección. Surgen entonces las aldeas permanentes donde, además, se fabrica cerámica inventada hacia el año 2300. Puede decirse que en ese momento (1500 antes de nuestra era) da comienzo la civilización mesoamericana. Por entonces se inicia en las tierras cálidas del sur de Veracruz la cultura olmeca, considerada la cultura madre de la civilización mesoamericana.
No es este el lugar para presentar un panorama, aunque fuera muy esquemático, del desarrollo de esta civilización desde sus orígenes hasta los albores del siglo XVI. Es un proceso complejo y diversificado cuyo conocimiento se enriquece constantemente con nuevos hallazgos arqueológicos e históricos. Baste señalar que los especialistas han establecido ciertos periodos cronológicos que coinciden, en sus trazos más generales, en las distintas regiones mesoamericanas. Así, se conoce un periodo preclásico o formativo que barca del año 2000 antes de nuestra era al año 200 d.C., aproximadamente. Entre 800 y 200 a.C., ocurre el auge de la cultura olmeca, surgen probablemente las primeras inscripciones, se establece el calendario que perfeccionarán más adelante los diversos pueblos mesoamericanos y se tallan esculturas monumentales que hoy nos asombran por la calidad técnica de su factura y por su armonía plástica.
La influencia de la cultura madre se hace evidente por diversos rumbos. En el norte de Veracruz se desarrolla la cultura llamada Remojadas, cuya tradición la continuarán más tarde los totonacas; en Oaxaca da comienzo la cultura zapoteca y en la península de Yucatán, al parecer como resultado también de la influencia olmeca, se sientan las bases iniciales de lo que será la cultura maya, cuyo perfil inconfundible quedará definido al finalizar este periodo. En los valles centrales, durante la misma época, se desarrolla en ciertos sitios una agricultura intensiva que hace uso de terrazas artificiales, canales, represas y chinampas, posibles gracias al surgimiento de una forma de organización social que los arqueólogos han denominado señoríos teocráticos. Al finalizar el preclásico están sentadas las bases de la civilización mesoamericana, cuyas principales culturas cristalizarán a partir de ese momento.
Al iniciarse el periodo clásico, hacia el año 200 de nuestra era, se inicia también la cultura teotihuacana, que se expandió ampliamente durante los cinco siglos siguientes y cuya influencia posterior continúa hasta la llegada de los españoles. Teotihuacan, en el momento de su esplendor, era quizás la ciudad más poblada del mundo, gracias a la agricultura intensiva que se practicaba en los valles centrales del altiplano y a los tributos que recibía de pueblos sometidos a su hegemonía. Desde entonces, los valles centrales adquirieron la importancia que han mantenido hasta la fecha como eje político y económico de un vasto territorio que en algunas épocas rebasaba las actuales fronteras de México.
El poder de los valles centrales como punto de articulación descansaba inicialmente en el aprovechamiento óptimo de las características del medio natural, mediante el uso de tecnologías agrícolas mesoamericanas y el desarrollo de formas de organización social que permitían el control de una población numerosa y dispersa. Sin instrumentos de metal, sin arado, sin usar la rueda ni disponer de animales de tiro, se practicó una agricultura intensiva de alto rendimiento con el empleo de mano de obra relativamente reducida. Se aprovecharon los lagos de la cuenca de México para construir chinampas cuyo cultivo es de muy alta productividad; se hicieron grandes obras para impedir el paso de agua salada a los mantos de agua dulce; los propios lagos sirvieron como vías de comunicación que permitían el transporte fácil de personas y mercaderías entre muchas localidades ubicadas en la cuenca. En las laderas de las montañas que circundan el valle se acondicionaron los terrenos mediante terrazas y se construyeron canales para aprovechar mejor el agua. Por su posición geográfica, los valles centrales tuvieron la posibilidad de ser el punto de convergencia de productos que provenían de zonas climáticas muy distintas y no necesariamente muy distantes: paulatinamente se articularon nichos ecológicos diversos a través del intercambio comercial, algunas veces impuesto por la fuerza militar y el poder político correspondiente. Esa relación permanente hizo posible que una de las tradiciones culturales más importantes de la civilización mesoamericana, la del centro de México, se nutriera siempre de influencias muy diversas, incluso las que provenían de más allá de los límites septentrionales del área mesoamericana, a través del contacto con los grupos recolectores y cazadores de Aridamérica que frecuentemente penetraban hacia el sur, ora en forma pacífica, ora beligerante.
Pero no sólo el centro de México se desarrolló culturalmente aprovechando un intenso contacto con otras regiones mesoamericanas; de hecho, todas las culturas del área mantuvieron relación entre sí, directa o indirectamente. La diáspora tolteca que ocurrió a fines del siglo X de nuestra era influyó de manera notable en sitios muy distantes de las grandes ciudades de Tula, Teotihuacan o Cholula y produjo cambios trascendentes, por ejemplo, en el área maya, desde Chiapas hasta Honduras y Yucatán. Las culturas locales de pueblos que se situaban en la periferia de los centros de mayor desarrollo presentaban características que pueden relacionarse con rasgos culturales específicos de uno y otro de sus vecinos mayores; tal sucede en el caso de los itzáes que ocupan Chichén hacia el año 918 y que son chontales que provienen de las costas de Tabasco y poseen una cultura original en la que son visibles las influencias mayas y también las toltecas. El lento avance cultural de los primeros milenios se acelera a partir del momento en que la agricultura se convierte en la principal base económica y da origen a formas de vida colectiva que, dentro de la diversidad de sus rasgos peculiares, mantienen elementos comunes de civilización. El contacto intenso y prolongado entre las culturas con perfil propio que van surgiendo históricamente y entre los pueblos que las crean y desarrollan, que constituyen ya pueblos diferenciados, autónomos en algún momento, hizo posible que se consolidara la unidad de la civilización mesoamericana. Ese origen común es reconocido en muchos mitos y tradiciones de diversos pueblos; un fragmento del Pop Wu sirve de ejemplo:

¿Dónde quedó nuestra lengua? ¿Qué nos ha sucedido? Nos hemos perdido. ¿Dónde nos habrían engañado? Era una nuestra lengua cuando venimos de Tulan, sólo una era nuestra subsistencia, nuestro origen; no es bueno lo que nos ha sucedido –dijeron entonces las tribus bajo los árboles, bajo los bejucos.

La definición de Mesoamérica como una región cultural con límites y características precisas fue propuesta inicialmente por Paul Kirchhoff a partir de la distribución de un centenar de elementos culturales de muy diversa naturaleza, algunos de los cuales, aproximadamente la mitrad, estaban presentes exclusivamente en Mesoamérica (es decir, en una zona que abarca aproximadamente, al norte, desde el río Pánuco al Sinaloa pasando por el Lerma y, al sur, desde la desembocadura del Motagua hasta el golfo de Nicoya, pasando por el lago de Nicaragua), en tanto que otros aparecían también en otra o algunas otras de las áreas culturales que se reconocen en América. El estudio fundador de Kirchhoff se refería a la situación en el momento de la invasión europea y el propio autor prevé que investigaciones posteriores mostrarán variación de las fronteras mesoamericanas, especialmente en el norte, en diversas épocas del largo proceso de su desarrollo. Por supuesto, la simple presencia o ausencia de rasgos culturales tan disímiles y de significación tan diversa como “cultivo de maíz”, “uso de pelo de conejo para decorar tejidos”, “mercados especializados”, “escritura jeroglífica”, “chinampas” y “13 como número ritual”, a todas luces es insuficiente para caracterizar una civilización. Kirchhoff lo señala así y aporta otros datos y reflexiones entre los que destaca una conclusión importante que descansa en la información lingüística: la existencia de lenguas mesoamericanas cuya distribución indica, por una parte, una presencia muy antigua en este territorio y, por otra, un contacto y una relación constante entre los pueblos que hablaban esas lenguas dentro de los límites de la región. “Todo eso demuestra –señala Kirchhoff- la realidad de Mesoamérica como una región cuyos habitantes, tanto los inmigrantes muy antiguos como los relativamente recientes, se vieron unidos por una historia común que los enfrentó como un conjunto a otras tribus del continente.”
Hay, efectivamente, una relación de continuidad entre la invención del cultivo del maíz por las bandas recolectoras y cazadoras que vivían en las cuevas de Tehuacan hace 7000 años y el florecimiento de Teotihuacan a principios del siglo VII de nuestra era, igual que existe esa relación innegable entre la cultura teotihuacana y el desarrollo de las diversas culturas mesoamericanas hasta la invasión europea, independientemente que los pueblos portadores de esas culturas hablen lenguas distintas y se identifiquen con nombres diferentes. La civilización mesoamericana no es productos de la intrusión de elementos culturales foráneos, ajenos a la región, sino del desarrollo acumulado de experiencias locales, propias. Esto plantea una cuestión que surgirá intermitentemente a lo largo de esta obra: la adecuación básica de las culturas indias a las condiciones concretas en que existen los pueblos que las portan –lo que explica su diversidad- y, al mismo tiempo, la unidad que manifiestan más allá de sus particularidades y que se explica por su pertenencia a un mismo horizonte de civilización.
Otro hecho que conviene destacar es que prácticamente todo el territorio habitable estuvo habitado en algún momento del periodo precolonial. Esto significa que la civilización mesoamericana se nutre de experiencias que son resultado de enfrentar una gama variadísima de situaciones, tanto por la diversidad de los nichos ecológicos en que se dieron los desarrollos culturales locales, como por las características cambiantes de los pueblos que en muchos casos ocuparon sucesivamente esos nichos. Es sólo a partir de la invasión europea y la instauración del régimen colonial cuando el país se convierte en tierra ignota cuyos secretos y apariencias deben “descubrirse”. La mirada del colonizador ignora la ancestral mirada profunda del indio para ver y entender esta tierra, como ignora su experiencia y su memoria.
El contacto histórico incluye también a los pueblos que ocupaban territorios al norte de la frontera mesoamericana en la llamada Aridamérica. Fue una frontera inestable, fluctuante; y aunque aquellos pueblos no eran de estirpe cultural mesoamericana, su relación con la civilización del sur fue constante y no en todos los casos violenta: de hecho, algunos pueblos mesoamericanos eran en su origen recolectores y cazadores del norte que migraron y se asimilaron a la cultura agrícola y urbana de Mesoamérica. Se ha sostenido que Huitzilopochtli, el dios tutelar de los aztecas, presenta características que lo particularizan en el panteón mesoamericano precisamente porque surge en aquel pequeño grupo nómada norteño que, tras largo peregrinar, se asentó por fin en Tenochtitlan y se convirtió en el pueblo del sol. De tal manera que la distinción entre Mesoamérica y los pueblos que habitaban al norte, aunque es real y es útil para comprender la situación global del México precolonial, no debe entenderse como una barrera que aislara dos mundos radicalmente diferentes, sino como un límite variable de la zona tropical en la que las condiciones climáticas, ante todo la magnitud de la precipitación pluvial, permitían una vida dependiente de la agricultura, a partir de la tecnología disponible. Esto, naturalmente, implica diferencias en muchos órdenes de la cultura; pero no entraña aislamiento ni falta de relación cultural: la experiencia de los cazadores y recolectores del norte, no es ajena a la civilización mesoamericana.
La conformación actual de México, (su diferenciación regional; los contrastes entre norte y sur, altiplano y costas; la preeminencia de los altos valles centrales) si bien descansa en una diversidad geográfica de rotunda presencia, es ante todo el resultado de una historia cultural milenaria, cuya huella profunda no ha sido borrada por los cambios de los últimos 500 años. Ellos no niegan la trascendencia de esos cambios; solamente destaca el hecho de que las transformaciones ocurridas no son exclusivamente resultado de los procesos desencadenados a partir de la invasión europea, como si tales procesos se implantaran en un vacío cultural, sino que siempre son producto de la acción de esas fuerzas nuevas sobre conjuntos humanos que poseen una herencia cultural elaborada durante muchos siglos en esos mismos sitios, lo que les permite reaccionar a su vez en distintas formas.
Lo que importa subrayar es el hecho de que la milenaria presencia del hombre en el actual territorio mexicano produjo una civilización. Esto tiene implicaciones de profunda importancia. Por una parte, indica que las diversas culturas que existieron en el pasado precolonial y las que, transformadas, existen hoy como continuación de aquellas, tienen un origen común, son resultado de un proceso civilizatorio único, lo que les otorga unidad básica más allá de cualesquiera diferencias y particularidades. Por otra parte, al hablar de civilización se está haciendo referencia a un nivel de desarrollo cultural (en el sentido más amplio e inclusivo del término) lo suficientemente alto y complejo como para servir de base común y orientación fundamental a los proyectos históricos de todos los pueblos que comparten esa civilización. No se trata, entonces, de un simple agregado, más o menos abundante, de rasgos culturales aislados, sino de un plan general de vida que le da trascendencia y sentido a los actos del hombre, que ubica a éste de una cierta manera en relación con la naturaleza y el universo, que le da coherencia a sus propósitos y a sus valores, que le permite cambiar incesantemente según los avatares de la historia sin desvirtuar el sentido profundo de su civilización, pero sí actualizándola. Es como un marco mayor, más estable, más permanente, aunque de ninguna manera inmutable, en el que se encuadran diversas culturas y, diversas historias se hacen comprensibles. Eso, nada menos: una civilización, es lo que crearon y nos legaron cientos de generaciones sucesivas que trabajaron, pensaron y soñaron aquí durante milenios.
Los testimonios de ese largo proceso civilizatorio nos rodean por todos los rumbos: siempre tenemos frente a nosotros un vestigio material, una manera de sentir y de hacer ciertas cosas, un nombre, un alimento, un rostro, que nos reitera la continuidad dinámica de lo que aquí se ha creado a lo largo de muchos siglos. No son objetos, seres ni hechos mudos: persistimos tercamente en no escucharlos.

Texto tomado de: México Profundo. Una Civilización Negada. De Guillermo Bonfil Batalla, Ed. Grijalbo, México, 1994, pp. 24 – 32.